David Von Drehle es columnista y editor en The Washington Post. Cuando sus hijos eran niños, disfrutaba contarles cuentos antes de dormir, pero a medida que fueron creciendo y convirtiéndose en adolescentes, esa tradición familiar se fue extinguiendo. Entonces tuvo una nueva idea: escribirles un libro que los ayudara en la travesía de la vida. Durante varios años buscó inspiración para crear ese regalo, pero no encontraba su musa.
Un día, David salió al patio de su casa en Kansas City, ciudad a la que se había mudado recientemente con su familia. Al mirar al otro lado de la calle, lo saludó un vecino que estaba lavando el carro de su novia. Esa persona era Charlie White, un "joven" que en ese momento tenía 100 años. Estaba sin camisa, con una esponja y una manguera en una mano, y un palo de golf en la otra, que además usaba como bastón. Desde ese momento nació una gran amistad que duró nueve años.
La vida de Charlie se extendió hasta los 109 años, y el libro narra algunas de sus aventuras, éxitos y fracasos. A pesar de que sus historias son cautivantes, lo más valioso son las enseñanzas que las acompañan. Estas pueden ayudarnos especialmente en estos tiempos de incertidumbre y cambio.
El libro me ayudó a comprender que, aunque todo cambia, muchas cosas permanecen iguales. También me enseñó que, a pesar de las calamidades del mundo, la vida continúa, y gran parte del resultado final depende de cómo enfrentemos nuestras realidades. Como dice una de las reflexiones más poderosas del libro: "Algunos hombres lamentan los últimos rayos del sol poniente, mientras que otros miran hacia el este en busca de la fresca luz del amanecer." Esta frase resume la importancia de mirar hacia adelante con flexibilidad mental y apertura, en lugar de quedarnos atrapados en el pasado.
Puedo asumir que el escritor apreciaba profundamente a Charlie, e incluso, hasta cierto punto, lo idealizaba. Sin embargo, en The Book of Charlie también se abordan temas como la pérdida, el manejo del trauma y la salud mental. Son ideas valiosas que nos pueden ayudar a guiar nuestra propia vida y la de nuestros seres queridos.
Como papá psiquiatra, creo que fomentar la adaptación psicológica y el optimismo realista en nuestros hijos es uno de los mayores regalos que podemos darles. ¿Y tú, qué libro le escribirías a tus hijos como regalo? Invito a todos los padres y madres a descubrir herramientas prácticas en los productos de Banditas de Salud Mental en www.banditas.net, y a leer más reflexiones en el blog de Un papá psiquiatra. Juntos podemos criar generaciones más fuertes, conscientes y empáticas.
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