¿Qué conoces sobre las emociones?

Mario Gonzalez
-
Sep, 30 , 23

¿Qué son las emociones y por qué son importantes?

Aquí exploramos conceptos relacionados con la emoción para ayudarte a conocerla mejor.

Las emociones son un ingrediente importante para lograr el bienestar. Usualmente pensamos en alegría o felicidad al hablar de este tema. Emociones como la tristeza y ansiedad pueden hacer que se nos haga más difícil lograr bienestar. Así que aprendamos más sobre las emociones y cómo funcionan.

Emociones versus estado de ánimo

Las emociones se diferencian el estado de ánimo ya que las emociones suelen durar de minutos a segundos, mientras que los estados de ánimo pueden durar horas o días. Entonces, si decimos: "Me siento deprimido", eso se refiere a un estado de ánimo. Pero si decimos: "Estoy triste porque José no se presentó a cenar", nos referimos a una emoción. Por supuesto, las emociones pueden contribuir a los estados de ánimo y los estados de ánimo pueden contribuir a las emociones, por lo que generalmente van de la mano.

Emociones versus pensamientos

Sabemos que los pensamientos y las emociones son cosas diferentes, pero en realidad se superponen bastante. Por ejemplo, no podemos experimentar una emoción como el arrepentimiento sin evaluar algo que hemos hecho (es decir, pensar en ello) y hacer un juicio sobre nuestras acciones. Muchas emociones funcionan de esta manera en el sentido de que no existirían si no fuera por los pensamientos que las crearon.

Además, muchas de las palabras que usamos para describir nuestras experiencias son una mezcla de pensamientos y emociones. Por ejemplo, palabras como melancólico, resentido o perturbado representan una combinación de pensamientos y emociones.

Emociones versus sentimientos

También tendemos a usar la palabra "sentimiento" indistintamente con emoción, pero los sentimientos incluyen tanto experiencias emocionales como sensaciones físicas. Por ejemplo, podríamos decir que tenemos hambre o cansancio, aunque estas no sean emociones. Pero también podemos sentir emociones, por ejemplo, podemos sentirnos molestos, enojados o tristes.

Inteligencia Emocional

La inteligencia emocional es un tipo de inteligencia que se define como la capacidad de monitorear y regular nuestras emociones y las de los demás, luego utilizar esta información para facilitar nuestros pensamientos y acciones (Brackett, Rivers y Salovey, 2011). Por lo general, se divide en las siguientes cuatro partes:

Percepción de la emoción. Esto implica la capacidad de percibir correctamente las emociones, incluidas las expresiones faciales, el lenguaje corporal y el tono de voz.

Facilitación emocional del pensamiento. Esto implica la capacidad de usar nuestras emociones para ayudar a resolver problemas.

Comprensión de las emociones. Esto implica comprender estas emociones, incluyendo la forma en que las emociones cambian con el tiempo, las causas y consecuencias de las emociones y cómo estas emociones pueden mezclarse.

Regulación de las emociones. Esto implica manejar nuestras emociones y las de los demás. Por lo general, fomenta la regulación de las emociones positivas y negativas sin irnos a sus extremos (Elfenbein y MacCann, 2017).

Cada uno de estos aspectos de la inteligencia emocional nos ayuda a navegar por el mundo de manera más efectiva. Así que vamos a sumergirnos en cada uno de ellos un poco más.

¿Qué pasa con las emociones positivas y negativas?

Cuando pensamos en la emoción, a menudo nos fijamos en las emociones negativas. Pienso a nos pasa a la mayoría de nosotros y en realidad son emociones desagradables o indeseables. Aunque no nos gusten estas emociones negativas, tienen un rol adaptativo en nuestras vidas. Por ejemplo, el miedo puede ayudarnos a escapar de un depredador, la ira puede ayudarnos a corregir las injusticias y la tristeza puede ayudarnos a descansar o buscar apoyo social. Esto solo muestra que necesitamos emociones negativas.

Las emociones positivas son estados agradables o deseables. Estas son tan importantes como las emociones negativas. Si entendemos lo que aumenta nuestras emociones positivas, tenemos una mejor oportunidad de aumentar nuestro bienestar.

Contagio de emociones

Bien, entonces sabemos un poco sobre nuestras propias emociones. Pero; ¿podemos captar las emociones de otras personas? La investigación sugiere que sí, podemos. El contagio emocional, o la transferencia de emociones entre personas, parece ocurrir fácilmente, incluso en situaciones en línea (Fan, Xu y Zhao, 2018). Por tal razón tendemos a sentirnos mal cuando vemos alguna publicación triste en las redes sociales ya que los demás se sienten mal y a la misma vez nos sentimos bien cuando los demás se sienten bien.

Algunos investigadores sugieren que podríamos reducir el contagio emocional alternando entre momentos de autoconciencia y momentos de conciencia sobre el otro (Hatfield, Cacioppo y Rapson, 1993). Por ejemplo, si estamos empezando a sentirnos ansiosos, pero no podemos identificar ninguna causa clara, podríamos tratar de activar nuestra percepción emocional para ver si estamos "atrapando" la ansiedad de alguien con quien estamos interactuando. Entonces podríamos aspirar a estar más presentes en nuestro cuerpo y ayudar a la otra persona a regular sus emociones para reducir nuestras emociones negativas.

Salud Emocional

Al final del día, la salud emocional surge de pensamientos y comportamientos positivos, como la regulación de las emociones, una dieta saludable y una comunicación efectiva. El buen sueño, una buena dieta y el ejercicio regular hacen que sea más fácil para nosotros regular nuestras emociones. La salud emocional y la salud física realmente van de la mano y trabajan juntas.

Referencias

Brackett, M. A., Rivers, S. E. y Salovey, P. (2011). Inteligencia emocional: implicaciones para el éxito personal, social, académico y laboral. Brújula de psicología social y de la personalidad, 5(1), 88-103.
Elfenbein, H. A. y MacCann, C. (2017). Una mirada más cercana a la capacidad de inteligencia emocional (IE): ¿Cuáles son sus partes componentes y cómo se relacionan entre sí? Brújula de psicología social y de la personalidad, 11(7), e12324.
Fan, R., Xu, K. y Zhao, J. (2018). Un modelo basado en agentes para el contagio emocional y la competencia en las redes sociales en línea. Physica a: mecánica estadística y sus aplicaciones, 495, 245-259.
Hatfield, E., Cacioppo, J. T. y Rapson, R. L. (1993). Contagio emocional. Direcciones actuales en la ciencia psicológica, 2(3), 96-100.

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